La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner se presentó este martes en el Centro Cultural Kirchner durante el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos organizado por el Grupo de Puebla, organización que reúne a los dirigentes progresistas de todo el continente y que cuenta entre sus principales adherentes a Evo Morales, Rafael Correa, Baltazar Garzón, José Luis Rodríguez Zapatero, Ernesto Samper y José “Pepe” Mujica.
La conferencia se denominó: “Voluntad Popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia” y allí se explayó sobre el “lawfere”, una expresión inglesa para denominar a las acciones judiciales emprendidas como parte de una campaña en contra de un país o grupo. Lawfere es una combinación de las palabras law (ley) y warfare (ir a la guerra).
Cristina advirtió que “las sentencias judiciales se escriben en los medios de comunicación” y que “nunca le perdonarán a los gobiernos progresistas no solamente la reconstrucción de la economía sino lo que se hizo también en los derechos humanos”.
“Videla dijo que su peor época fue con los Kirchner” recordó Cristina.
“No me interesa si me van a condenar, inhabilitar o meter presa. Me importa que volvamos a construir un Estado democrático y constitucional en el cual las garantías no sean cartón pintado. Me interesa volver a construir un país que alguna vez tuvimos, como lo hizo el peronismo el siglo pasado”, destacó Cristina, desafiando nuevamente a la justicia argentina.
“La nueva oleada de neoliberalismo que empieza en diciembre de 2015 en Argentina, comienza a construir la teoría del ‘se llevaron todo’ y que tuvieron que contraer deuda para pagar la deuda que recibieron. En el 2015 no había deuda, ni de empresas, ni de Estado, ni familias. Tampoco estaba el FMI. Además, había reservas en el Banco Central y los salarios reales no estaban rezagados. Entonces, ¿me quieren decir qué hicieron en cuatro años que entregaron el país hecho percha en 2019“, soslayó la ex presidenta.
“Se trata de que reconstruyamos un estado democrático constitucional. Podemos volver a construir el país que tuvimos” dijo en otro tramo de su discurso, alimentando el sueño de sus seguidores más acérrimos de una candidatura presidencial para las elecciones de este año.
Los integrantes del Frente de Todos saben que Cristina es la dirigente que mejor mide en ese espacio y es la única que está en condiciones de ser acompañada por todos los espacios políticos que integran la coalición. Vale recordar, que Alberto Fernández llegó a la presidencia. luego de que la vicepresidenta anunciara por sus redes que iba a secundar en la fórmula a quién fuera jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y de ella hasta mediados de 2008.
Actualmente, Cristina se muestra distanciada del presidente y los funcionarios que responden a ella, se encargan de esmerilar la pálida imagen presidencial con la intención que Alberto resigne su candidatura a la reelección. La otra figura estelar de la coalición es Sergio Massa, quién está pasando por momentos turbulentos, ya que el peso se deprecia cada día más frente al dólar y la inflación parece incontrolable. El ministro de Economía recompuso su vínculo con Cristina y tiene su apoyo en la difícil tarea que tiene el tigrense en el marco de la inestabilidad económica que atraviesa el país.
Por su parte, todas las encuestas destacan que Cristina es la figura que mayor intención de voto tiene dentro del peronismo y es la única capaz de competir frente a Juntos por el Cambio y Javier Milei. Si bien, el escenario que se plantea es de una derrota para el Frente de Todos, con la ex presidenta en cancha, nunca se la puede dar por derrotada.
Asimismo, desde La Cámpora y las organizaciones más cercanas a ella, claman por Cristina Presidenta cada vez que la vice se presenta en público. En unos meses sabremos si la ex-presidenta buscará la chance de ingresar a la historia siendo presidenta por tercera vez y emular el récord de Juan Domingo Perón quién presidió el país en tres etapas: (1946-1952; 1952-1953 y 1973-1974).
